CAPITULO 8
La escalera de ascensión


    Hay señales características donde la pura Iglesia Virgen será conocida y distinguida de todas las demás y la unción y el verdadero sonido del Espíritu Santo será discernido de todos los otros que son bajos, falsos e imitadores. Habrá una manifestación del Espíritu para edificar y levantar esta Iglesia, trayendo el cielo sobre la tierra y representar aquí el estado de la Nueva Jerusalén para que los espíritus engendrados y nacidos de Dios, asciendan a la Nueva Jerusalén arriba donde reina su Cabeza en majestad. Ninguno sino aquellos que han ascendido y recibido de Su gloria pueden condescender y comunicar lo mismo, siendo con eso Sus representantes en la tierra y sacerdotes subordinados bajo El ahora. El que ha ascendido y glorificado se ha hecho a Si mismo, como si fuera, nuestro Deudor. Por consiguiente, el tiene todo poder para cualificar y proveer ciertos instrumentos altos y principales que serán muy humildes y reconocidos tan pequeños como era David, a quien El exaltará con honor y soberanía sacerdotal por atraer a ellos el rebaño esparcido y unirlos en uno solo de todas las naciones.


    Hay ciertas marcas y características por las cuales la verdadera Iglesia Virgen será conocida de todas las otras, yo puedo decir falsificaciones. Entre estos atributos está la voz única y operación del Espíritu Santo. En ella, la Iglesia Virgen, El es reconocido como el único y verdadero Vicario. Las reuniones son Suyas, el orden del servicio es Suyo, todo lo que se diga o no se diga, es la decisión de El. Habiendo ella gustado de la buena palabra de Dios fresca de Su propia provisión, no tiene tiempo para enseñanzas de hombres, ni apetito por sus doctrinas. Porque el Espíritu Santo está a cargo, ningún hombre en su medio, ni aun los ancianos, están más altos sobre otros. Aquí no hay jerarquía, empujándose unos a otros por posición y ventaja. Todos buscando siempre un lugar más bajo sabiendo que Su Espíritu, como agua siempre busca y llena los lugares bajos primero.

    Así, el mensaje viene no de profesionales (ningún predicador profesional duraría mucho aquí). Podría venir del hombre o mujer sentado en la última fila. Podría venir del ancianito o ancianita que acaba de entrar. El Espíritu Santo es el predicador y a cualquiera que El le de el mensaje es responsable de darlo. De hecho, todos tienen la oportunidad de poner un poquito en la vasija común de manera que cada uno pueda recibir de lo que cada coyuntura suple. Los ancianos en su medio son aquellos que son mayores en el Señor y han sido hallados fieles en las cosas de Dios. Ellos han sido nombrados por el Espíritu Santo mediante un apóstol, no por el pastor local, que entonces los puede manipular. Se, me ha dicho que esto es idealista y no funcionará en la práctica porque un hombre parece levantarse siempre sobre otros y toma las riendas del liderazgo. Mi respuesta es que ciertamente no funcionará tampoco se intenta que funcione, en ningún caso donde el Espíritu Santo no está en control real y total. El hecho que no ha funcionado en tantos casos no es prueba que no funcionará; es prueba que las condiciones para que funcione no se han llenado.

    Los dones del Espíritu se manifiestan abiertamente, cada uno teniendo igual oportunidad para permitir al Espíritu que los use. Toda profecía es juzgada, pero nadie es disciplinado por un error. La corrección se hace con misericordia y compasión por los ancianos, quienes saben que ellos también han cometido errores y probablemente volverán a hacerlos. Hay un dulce espíritu de amor y unidad inigualable y de bendición en esta Iglesia Virgen. Uno no puede entrar en su medio sin admitir rápidamente que Dios está en ella. En esta clase de atmósfera, los hombres corren al altar o a la puerta. No pueden permanecer siendo indiferentes, pues Dios está en Su santo templo.

    Esto es, como dijo Jacob en Betel, puerta del cielo. Esto es a lo que se puede referir a lo que Jane Leade se refiere, La escalera de ascensión. (Yo espero escribir otro libro sobre uno de sus escritos sobre ese tema, si Dios lo permite.) Este es el cuerpo de Cristo que Jacob vio como una escalera cuyos pies (miembros) están en la tierra, y cuya Cabeza (Jesús) está en el cielo, y sobre quien ángeles de Dios ascienden y descienden. Esta es una operación del poderoso, fiel y precioso Espíritu de Dios, sin el cual los hombres a menudo obran, después que el Señor se ha ido, descuidados como lo fue Sansón. Cuántas iglesias hoy tienen "Icabod" (la gloria se ha ido) escrito sobre sus puertas y aún el pastor y la gente continúan como si nada estuviera mal. Ellos aún hablan en lenguas, cantan y danzan. De hecho, muchos han dejado de danzar en el Espíritu y han comenzado a danzar con arreglos coreográficos hechos especialmente, con ropas de chifón, llevando banderitas y panderetas. Esto solo satisface aquellos que tienen apetito por la paja y no por el grano y equivale a Israel comiendo cabezas de asnos y estiércol de paloma. Cabezas de asnos hablan de la mente carnal y el estiércol de paloma representa los residuos del Espíritu después de Su partida.

    Es una casa espiritual lo que Cristo está edificando. Recuerde, El dijo, "Edificaré mi iglesia." El ha estado haciendo eso a través de los dones espirituales, incluyendo los cinco dones ministeriales que se encuentran en Efesios. "Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros evangelistas; a otros pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo" (Efesios 4:11-15). Esto es lo que Dios busca, que crezcamos; que lleguemos a la madurez, al hombre perfecto. ¿No dijo El, "Haré al hombre más precioso que el oro?" Eso tiene más de un significado. Los dones del Espíritu verdaderamente serán ejercitados entre aquellos espíritus vírgenes de los llamados.

    Yo creo que todos estamos de acuerdo que para uno comunicarse efectivamente, uno tiene que haber participado de aquello que intenta compartir. En otras palabras, el hombre que compartiría la gloria de la salvación con otro, necesita participar de ella por el mismo. Donde esto ha sido el caso, él no tiene problemas comunicando la gloria de esa experiencia. Pero déjelo intentar abundar sobre la gloria más allá del bautismo en el Espíritu Santo, el cual todavía él no ha experimentado, y usted encontrará al mismo hombre perdido. Solo aquellos que han ascendido y recibido de Su gloria en cualquier grado, pueden, a su vez condescender y comunicar ese grado de Su gloria a otros.

    Tengo que admitir, como otros también lo harán estoy seguro, que una de las razones por las cuales hemos tenido un tiempo terriblemente difícil articulando y explicando lo que hemos visto por el Espíritu concerniente al tema en discusión, se debe al hecho que aún no hemos ascendido y movido por experiencia a una gloria aun mayor. Podemos ver por el Espíritu vagamente, que está allí, y tomarla a la medida que la hemos podido ver, pero compartirlas con otros (que es lo que significa "comunicar" bíblicamente), lo encontramos extremadamente difícil. Pero está ahí delante de nosotros. Enoc, Abraham, David y todos los profetas vieron cosas antes de su tiempo y hablaron de ello, pero comunicarlas, compartirlas e impartirlas a otros, no pudieron. Tampoco podían los discípulos que caminaron con Jesús comunicar aquella vida, aquella naturaleza a otros...¡hasta después de Pentecostés! Pero nosotros aún lo podemos ver en el futuro, aunque cerca, y por fe abrazarlo y declararlo.

    Jane Leade, en otro de sus escritos la explica. "He enfrentado una objeción la cual voy a contestar y es esta: Usted ha disertado aquí sobre un estado alto y maravilloso de ascenso y descenso para glorificación visible. ¿Cómo llegó usted a entender la forma sin haber ascendido en una nube de gloria bajando para recibirlo fuera de la visión mortal, igual que Cristo? Contestamos a esto: A usted se le hace saber que hay una ascensión en el Espíritu que traza el camino para el alma con su cuerpo de resurrección (hay un cuerpo espiritual) que sigue después. Así que es dado a algunos ser arrebatados para descubrir lo que está escondido en regiones superiores, no comprendido aún." Como una espía celestial, enviada primero en espíritu para traer un informe sobre lo cual hay que ganar la entrada.

    Aquellos en los cuales Cristo aparece al sonar la séptima trompeta, entrarán en esa gloria. Este es el tiempo de la primera resurrección, y que muchos han llamado rapto. Ellos "ascenderán" a un lugar más alto, de hecho, a un lugar simbolizado a través de las escrituras como el monte Sion, el monte santo de Dios, el lugar de Su morada. Una vez que hayan ascendido (no necesariamente físicamente), y han entrado en esta experiencia de "no ya yo, sino Cristo," entonces ellos podrán condescender y comunicar, o impartir, o compartir lo mismo con otros. Cuando yo digo, impartir, no quiero implicar que cualquiera recibirá esta experiencia simplemente por la imposición de manos e impartición. No sucederá así. Quiero decir que su ministerio será en tal poder y gracia que donde hay hambre, corazones receptivos, dispuestos a llevar la cruz, dispuestos a morir al yo, dispuestos a seguir al Cordero dondequiera que El va, allí habrá capacidad divina de entrar en lo que está guardado para ellos por el Señor.

    Una de las razones que el mundo hoy está indiferente a las cosas religiosas es que nunca han visto una representación verdadera de lo que Dios es. La iglesia está supuesta a ser la luz del mundo y si el mundo está en tinieblas, ¿es la culpa del mundo? ¡Es inconcebible para mí, absolutamente inconcebible, NADIE pueda ver a Cristo como El es y no ser cambiado! Puede ser para lo peor, pero cambiado de seguro será. Cuando los hijos se hayan manifestado serán los representantes de Cristo en la tierra. O sea, sus vidas serán una representación clara de lo que Cristo, y por supuesto Dios es.

    El Señor mismo será tan fiel para suplir tales instrumentos durante este tiempo como lo ha sido para suplir todo lo demás en Cristo hasta ahora. Estos instrumentos o personas, no serán como aquellos que hemos admirado en el pasado; hombres de grados, posición, habilidad, carisma, etc. Ellos serán reconocidos pequeños como lo fue David y yo estoy seguro usted recuerda la historia de David cuando Samuel fue a ungir a uno de los hijos de Isaí para ser rey. David ni aun estaba incluido en los primeros nombrados. El no era ni aun reconocido como un posible candidato al trono. ¿La razón para esto? Porque David no daba la medida. El primer hombre que Samuel había ungido rey (Saúl) dio la medida. De hombros arriba era más alto que todos. No así David, tampoco aquellos que tendrán parte en este ministerio ygobierno exaltado.

    "Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre, pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón" (1 Samuel 16:7).

    Estas vasijas del Señor serán bien humildes, pero el Señor las exaltará con honor y soberanía sacerdotal, para que aquellos buscando una palabra viva sean atraídos a ellos, o mas bien, a la medida rebosante, inigualable del Cristo en ellos. Al mirar a nuestro alrededor hoy vemos el rebaño del Señor esparcido sobre los montes y cerros de religión. Están divididos y en muchos casos, aislados los unos de los otros por las verjas doctrinales que los hombres han construido para asegurar sus propios reinos y proseguir en sus propias agendas personales. Pero Dios, a través de Sus hijos, los reunirá de todas las naciones, de todas las denominaciones, bajo una Cabeza y un rebaño.

    Viendo que estas cosas sucederán pronto, ¿qué clase de hombres (y mujeres) tenemos que ser en nuestras conversaciones? Viendo que pronto Dios traerá aquello por lo cual la creación gime y espera ser libertada, tenemos que desear estar entre el número de las primicias para El que resucitó de los muertos para que seamos uno de aquellos que serán sus agentes principales y representantes en la tierra. Permítanme decir aquí que esto no está fuera del alcance del más pequeño de nosotros. Porque todo lo que se necesita para cualquiera tener este supremos llamamiento de Dios en Cristo, El lo ha suplido en Cristo Jesús. El no ha hecho estas cosas para girafas sino para ovejas. Y nuestra incapacidad para entender todas estas cosas no interrumpirá que El nos las de. Estos son asuntos del corazón, no asuntos de la cabeza. Es para nosotros asirnos de aquello por lo cual fuimos asidos por Cristo. Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, recuerden, El da más gracia.