CAPITULO 7
Un sacerdocio Santo teniendo los verdaderos Urim y Tumim


    Sobre este cuerpo estarán fijados el Urim y Tumim que son las porciones del sacerdocio de Melquisedec cuya descendencia no es contada en la genealogía de la creación que está bajo la caída sino en otra genealogía que es la Nueva Creación. De aquí que estos sacerdotes tendrán un escrutinio interno y visión divina en las cosas de la Deidad, podrán profetizar en terreno claro; no oscuro o enigmático, porque ellos sabrán lo que está formulado en el origen de todos los seres, en el eterno antitipo de la naturaleza, y podrán saberlo de acuerdo al consejo y orden divino. El Señor afirma en verdad y justicia que de la descendencia de Abraham, de acuerdo al Espíritu, se levantará un Sacerdocio Santo. Abraham y Sara eran tipos de lo que sería producido y manifestado en la última era. El poderoso Espíritu de Ciro fue nombrado para poner el fundamento de este tercer templo y el apoyo del edificio."


    De nuevo, vemos al sacerdocio de Melquisedec cuya descendencia no es contada en la genealogía de aquella creación que está bajo la caída, sino en otra genealogía que es Cristo, la Nueva Creación. Como tal, sobre este cuerpo de sacerdotes estará fijado lo que en el Antiguo Testamento el Urim y Tumim eran solo tipo, o sea la mente de Cristo Yo nunca he leído una explicación clara de lo que era el Urim y Tumim en el Antiguo Testamento o cómo esto operaba. Pero está claro que lo que fuera, eran usados para conocer la mente del Señor. Tener la mente de Cristo en este sentido es mucho más que meramente tener el Espíritu Santo habitando en nosotros con Su mente. Es tener acceso inmediato a esa mente y tener entendimiento total y completo de ella. Muchas han sido las veces que hemos sabido una cosa por el Espíritu pero no la hemos entendido. Estos tendrán percepción profunda y penetrante, de manera que cuando hablen la palabra de Dios no será de acuerdo a su fe, porque lo que se ve no es fe, sino de acuerdo a un conocimiento profundo de la mente de Dios.

    La ministración de estos sacerdotes no será como se ha visto en la esfera de los dones, por más gloriosa que haya sido. No serán dones obrando, sino el Hijo mismo, como la obra más grande que comienza a fluir de este cuerpo consagrado de sacerdotes a un mundo dolido que perece. Dondequiera que este río del Espíritu fluye, ¡fluye la vida! Estas son las aguas del santuario que salen de debajo del templo completo, ¡el Espíritu en una fuente inagotable!

    Al estar nosotros hoy en el umbral de nuestra entrada a esa herencia reservada para aquellos que son guardados por el poder de Dios para la salvación (redención, libertad) preparada para ser manifestada en el tiempo postrero, nuestras mentes van atrás a aquello que fue tipo de esto. El tiempo cuando Josué (nombre en el Antiguo Testamento para Jesús) volvería a circuncidar al pueblo y a santificar al sacerdocio y los llevaría a aquello que hace tiempo Dios le había prometido a su padre Abraham. El mensaje entonces era el mismo de hoy. "Santificaos vosotros: porque mañana Dios hará maravillas entre vosotros." El Arca (la presencia de Dios) sería llevada por un sacerdocio santo, preparado. Esto quería decir que no solamente se le aseguraba la victoria sobre sus enemigos, sino que se les requería que vivieran vidas santas y justas. Este tiempo del gran cruce era tipo de algo que Dios se había propuesto hacía mucho tiempo.

    Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne,; mas serán sus días ciento veinte años" (Génesis 6:3). El número 120 representa el fin de toda carne. En días de Noe se le dio al hombre 120 años hasta que Dios envió el diluvio que terminó con toda carne, como Dios dijo en el versículo antes citado. La carne es lo que ha atado a la humanidad. El fin de la carne y nuestra admisión a la libertad gloriosa de los hijos de Dios es lo que estamos esperando. En el aposento alto había 120 cuando vino el derramamiento del Espíritu el día de Pentecostés. Desde entonces, han habido 40 jubileos (50 años) de liberación. 40 X 50 = 2,000 años. Nos estamos acercando al año 2,000. Cuando los hijos de Israel cruzaron el Jordán después que salieron del desierto, el Arca fue colocada sobre los hombros de un sacerdocio consagrado que se paró en el Jordán, el lugar de muerte al yo, y las aguas se detuvieron en un montón ¡hasta el lugar de Adán! ¡Y el pueblo cruzó sobre 2,000 cúbicos removidos del Arca! Han pasado 2,000 años desde que Jesucristo, nuestra Arca divina, enfrentó la muerte y la conquistó para que nosotros pudiéramos pasar a nuestra herencia durante el tiempo de la cosecha (el final de la edad o era. (Mateo 13:39) ¡Qué jubileo! Pero eso no es todo. Como originalmente Dios habló de Sus intenciones de "terminar con toda carne" han habido 120 jubileos, 120 X 50 = 6,000. Así vemos el día sexto de la obra del hombre llegando a su fin cuando Dios envie un derramamiento final de Su Espíritu sobre el planeta tierra el cual será el amanecer de un nuevo día para la humanidad y el fin de la carne.

    La inauguración de un sacerdocio santo son noticias que hacen que coros de ángeles canten de gozo y debiera causar que nuestros corazones se unan a ellos. Ya no mas el pecado estará escondido en la iglesia, ya no mas hombres y mujeres podrán vivir vidas dobles, una en el púlpito y otra detrás de puertas cerradas. A este cuerpo de sacerdotes se le dará el mismo conocimiento penetrante de escudriñar el alma que Jesús tenía cuando El caminó esta tierra. Pero este conocimiento será para la salvación de los hombres y mujeres de Dios. Probablemente habrá algunos de corazón duro como Ananías y Safira que serán juzgados al instante. Pero la mayoría, sus corazones se derretirán en arrepentimiento verdadero, trayéndoles restauración total y completa. La palabhra del Señor fluirá clara porque ellos no hablarán como nuestros escribas y fariseos de hoy. Hablarán como teniendo autoridad y su palabra será de poder para liberar. De hecho, ni aun necesitaremos esta manifestación de Cristo como la que he descrito para tener una palabra inflexible de Dios; hombres y mujeres inflexibles dedicados que están dispuestos a ser apedreados (aun cuando sea solo verbalmente), sacados del templo y no permitirles hablar más.

    Esta porción de la profecía es muy importante como yo la veo. Testifica de la palabra misma que Dios traerá un sacerdocio santo del linaje de Abraham, y sabemos eso, pero declara que El hará esto, ¡no de acuerdo a la carne, sino DE ACUERDO AL ESPIRITU! ¿Es usted judío? ¿Es usted griego? ¿Es usted negro o blanco? ¡NO IMPORTA! Raza y genealogía no pertenecen a lo que Dios está haciendo en la Nueva Creación ¡que es Cristo! Hombres listos, hombres sabios de acuerdo al conocimiento del mundo, han debatido y discutido por años, intentando mostrar que Dios cumplirá Sus promesas junto con asuntos naturales, declarando que Estados Unidos es Manasés y que Canadá es Efrain según la carne. Bueno, puede ser, pero yo no veo realmente qué importa si lo son. Lo que Dios está haciendo, lo que conscierne Su mejor y más alto fin, es según el Espíritu y no en términos naturales.

    Por consiguiente, El ha nombrado el poderoso Espíritu de Ciro para poner los fundamentos de este "tercer" templo. El Espíritu de Ciro era ese espíritu que movió al rey Ciro a permitir al linaje escogido regresar de la cautividad babilónica a Sion. El los ayudó a reconstruir las murallas y el templo. Dios ha sido fiel al dar Su Espíritu de la misma manera llamando a los Suyos, "Salid de en medio de ella pueblo mío..." y haciéndolos salir de la Babilonia espiritual. Ese mismo Espíritu los ha apoyado en su regreso y en poner el fundamento del "tercer" templo. El primer templo fue el original que Dios edificó en el huerto. Cayó por transgresión. Jesús vino como el segundo templo, fue sembrado en la tierra, y levantado de nuevo el tercer día para sentarse para siempre a la diestra del poder y como la Cabeza federal y Piedra Angular del tercer y último templo, Su Cuerpo. Esta es la casa que El está edificando para la habitación de Su Padre. En la casa de Su Padre hay muchas moradas, pues la casa de Dios es hecha de muchos miembros, cada uno es un lugar de habitación del Señor.

    Hay señales características donde la pura Iglesia Virgen será conocida y distinguida de todas las demás y la unción y el verdadero sonido del Espíritu Santo será discernido de todos los otros que son bajos, falsos e imitadores. Habrá una manifestación del Espíritu para edificar y levantar esta Iglesia, trayendo el cielo sobre la tierra y representar aquí el estado de la Nueva Jerusalén para que los espíritus engendrados y nacidos de Dios, asciendan a la Nueva Jerusalén arriba donde reina su Cabeza en majestad.

    Ninguno sino aquellos que han ascendido y recibido de Su gloria pueden condescender y comunicar lo mismo, siendo con eso Sus representantes en la tierra y sacerdotes subordinados bajo El ahora. El que ha ascendido y glorificado se ha hecho a Si mismo, como si fuera, nuestro Deudor. Por consiguiente, el tiene todo poder para cualificar y proveer ciertos instrumentos altos y principales que serán muy humildes y reconocidos tan pequeños como era David, a quien El exaltará con honor y soberanía sacerdotal por atraer a ellos el rebaño esparcido y unirlos en uno solo de todas las naciones.