"En los últimos tiempos quedará afirmado el monte donde se halla el templo del Señor. Será el monte más alto; más alto que cualquier otro monte. Todas las naciones vendrán a él; pueblos numerosos llegarán, diciendo: "Vengan, subamos al monte del Señor, al templo del Dios de Jacob, para que él nos enseñe sus caminos y podamos andar por sus senderos." Porque de Sión saldrá la enseñanza del Señor, de Jerusalén vendrá su palabra. El Señor juzgará entre las naciones y decidirá los pleitos de pueblos numerosos, aun de los más lejanos. Ellos convertirán sus espadas en arados y sus lanzas en hoces. Ningún pueblo volverá a tomar las armas contra otro ni a recibir instrucción para la guerra." (Miqueas 4:1-3)

"Pero después el reino será entregado al pueblo del Dios altísimo, y será suyo por toda la eternidad" (Daniel 7:18)

"Y el reino, el poder y la gloria de todos los reinos de la tierra, serán dados al pueblo de Dios altísimo. Su reino permanecerá para siempre, y todos los pueblos de la tierra le servirán y le obedecerán" (Daniel 7:27)

Creo que estamos empezando a entrar en la experiencia de convertirnos en la ciudad de Dios. "El monte del Señor" habla de una revelación profunda, un descubrimiento en nuestra mente que nos capacita a caminar en las altas esferas del Espíritu. Sin embargo, para recibir esta verdad debemos estar dispuestos a cambiar. Y no me refiero a cambiar solamente en la conducta externa. Si no estás caminando en la realidad de Cristo, entonces no estás regenerado, o tu concepto de Dios es definitivamente incorrecto.

Cada vez que la Biblia menciona los últimos días, siempre pensamos en algún evento lejos en el futuro. Está es la razón por la que necesitamos cambiar nuestros conceptos. Estamos en los últimos días desde que ocurrió la resurrección de Jesús. Dios necesita una gente que se entregue a El totalmente, mezclando la fe con Su palabra, elevándose en su poder de resurrección y transformándose en los salvadores de que habla Abdías 21- una gente que liberará a toda la creación de la esclavitud de la corrupción. Creo que aquellos días están ahora sobre nosotros. Dios está ahora listo y esperando por una gente que retenga de Su realidad en sus vidas, y empiece a reconciliar a toda la creación de regreso a SI MISMO. Dios está deseando traer salvación plena a la Iglesia en estos días, y Si estamos abiertos a escuchar Su voz, no endurezcamos nuestros corazones. La salvación es la liberación de la caída de Adán. Hemos sido redimidos y restaurados de regreso al Árbol de la Vida. La salvación es la liberación de la pobreza, enfermedad y muerte. Pablo le dijo a Timoteo que Jesús "ha abolido la muerte y ha traído vida e inmortalidad para dar luz a través del evangelio" (2 Ti. 1:10). Es muy difícil encontrar ni siquiera a unos pocos que crean estas palabras. Hay muchos quienes creen en un evangelio de prosperidad y salud, pero ¿Dónde se encuentra la gente que está venciendo a la muerte? Jesús dijo que Él es el Pan de Vida, y aquel hombre que pueda comer de EL nunca morirá (Juan 6:35)

Este es el momento para que la gente comience a levantarse, tomar el reino y poseerlo. Los Judíos, muchos años atrás, estaban esperando por la venida del Mesías a fin de destruir a sus enemigos y establecer su Reino. Hoy, no es muy diferente. La mayoría de los cristianos están esperando una vez más por el retorno de Jesús para destruir a sus enemigos y establecer su reino. Este concepto fue equivocado para los judíos y también lo es equivocado para los cristianos. Dios es un reconciliador, no un destructor. La única destrucción que él traerá será sobre tu mente carnal. Tus deseos carnales y egoístas van a ser quemados y así de esta forma tu espíritu se elevará en ti para poseerte. Mientras estemos pasivamente esperando, no habrá manifestación del Hijo de Dios en nosotros.

Uno de los conceptos equivocados que algunos cristianos tienen es el pensar que tienen que esperar por una experiencia corporativa. Ellos creen que los hijos de Dios todos serán cambiados y manifestados al mismo tiempo. Yo, también, creo que habrá una experiencia corporal, pero de acuerdo a los tiempos de Dios para cada persona. Cada experiencia de Dios que lees en la Palabra puede ser obtenida para ti como individuo. De hecho, hasta que nosotros como individuos no nos demos cuenta que podemos obtener la plenitud de Dios y empecemos a buscarla, el cuerpo corporativo no lo hará tampoco. Fue probado hace mucho tiempo por Enoch y Elías que es posible vencer a la muerte. No tenemos que esperar por nadie. Nosotros como individuos debemos buscar a Dios por Su realidad en nosotros, y entonces nuestras vidas serán afectadas y podremos afectar a aquellos que están alrededor de nosotros.

El concepto de Dios que nos han enseñado dentro del sistema del Cristianismo es, para la mayoría, un concepto equivocado. Hemos sido enseñados que Dios está "allí afuera" en algún lugar en otra dimensión llamada cielo, y que si aceptamos a Jesús y hacemos lo mejor que podamos, Dios nos bendecirá e iremos al cielo cuando muramos. No hemos sido enseñados como vivir por el Espíritu de Dios que está dentro de nosotros.

El sistema religioso nos ha enseñado siempre a buscar a Dios en una dirección exterior para satisfacer nuestras necesidades. Esto nos ha dado un falso concepto de Dios. Esto nos ha provocado a buscar todo lo de Dios como sí estuviera fuera de nosotros. Pensamos que por todo tipo de actividades religiosas, lo que necesitamos, vendrá adentro de nosotros y nos bendecirá o sanará o prosperará. En realidad, todo lo que Dios es, está ya dentro de nosotros, esperando por nosotros para descubrir la verdad de que Dios en nosotros es suficiente para satisfacer cada necesidad.

Tenemos un "Dios Santa Claus". Dios no retiene Sus bendiciones de nadie en ningún momento. Él hace caer Su lluvia sobre justos e injustos. En cualquier momento que le pedimos a Dios sanarnos o prosperarnos, tenemos un concepto equivocado. Lo que estamos diciendo es. "Dios, Tú tienes todas estas cosas buenas y las estas reteniendo". Si tú crees que Dios tiene todas estas cosas que El no te está dando, ¿Por qué se las pedirías? Si fuera verdad que Dios está reteniendo algo de ti, tú no podrías hacer que él cambie Su mente rogando, llorando o suplicando. No podemos sobornar a Dios a través de nuestras lecturas bíblicas, oraciones, llorando, ayunando, nuestra bondad—o cualquier otra cosa que pudiéramos tratar. La única esperanza que tenemos es descubrir la verdad de lo que Jesús enseño: "El reino de Dios está dentro de nosotros" (Lc. 17:21). Jesús dijo en Juan 7:38, "Aquel que crea en mí, fuera de su interior fluirán ríos de aguas vivas" En Juan 4:14, Él dijo, "Aquel que bebe del agua que yo le doy, habrá en él una fuente de agua brotando en el vida eterna".

Para tener un concepto apropiado de estas cosas, debemos darnos cuenta quien es Cristo y donde está Cristo. La palabra Cristo significa "El Ungido de Dios". Jesús fue llamado el Cristo. Como el Cristo, Él tenía la plenitud de Dios. Colosenses 2:9 dice, en la versión amplificada, "Porque en Él la totalidad de la plenitud de la deidad continua habitando en una forma corporal—dando expresión completa a la naturaleza Divina." Yo no creo que ninguno de nosotros tendría un problema para creer eso, pero no nos han enseñado el siguiente verso: "Y tú estás en Él, hecho pleno y habiendo venido a la plenitud de la vida—en Cristo tú también eres lleno con Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo, y alcanzarás la estatura espiritual plena". Efesios 1:23 (amplificado) habla de la Iglesia, "El cual es Su cuerpo, la plenitud de Él , quien llena todo en todo—porque en ese cuerpo vive la medida plena de ÉL quien hace todo completo, y quien llena todo en todas partes (CON EL MISMO)"

Antes de meditar y orar sobre estos versos por algún tiempo, empezaremos a tener algún entendimiento de cómo tener compañerismo con Dios. Tendremos que cambiar nuestro concepto respecto a como orar. Cuando vayamos a Dios, no le pediremos muchas cosas. Empezaremos a darnos cuenta que Cristo es la plenitud de Dios, y Cristo en toda Su plenitud está ahora siendo derramado desde adentro de nosotros. Dios está todo el tiempo derramando Su Espíritu, llenando todo en todas partes con el Mismo. Cuando vemos a alguien, en necesidad, con carencia, en vez de pedir y rogar a Dios para satisfacer esa necesidad, nos damos cuenta que en nosotros habita la plenitud de Dios para satisfacer esa necesidad. Nos volvemos al Espíritu de Dios dentro de nosotros y nos damos cuenta que "Yo y mi Padre somos uno" (Juan 10:30), y "El que esta unido al Señor es un espíritu con el Señor" (1 Co. 6:17). Así que desde dentro de mí, desde mi espíritu, yo libero la habilidad de Dios de ir y hacer Su voluntad. Mi oración entonces se vuelve, no para pedirle a Dios, sino para darme cuenta de Su habilidad dentro de mí a fin de satisfacer las necesidades de otros.

El deseo de Dios no es que le pidamos que sane al enfermo y que bendiga con dinero o que supla lo que sea necesario, sino que rindamos nuestros cuerpos a ÉL. Él desea llenarnos y fluir a través de nosotros para satisfacer las necesidades de la humanidad. El deseo de Dios es fluir a través de un cuerpo de muchos miembros con todas SUS riquezas en gloria. No hay mayor alegría en toda la tierra que ser llena con la presencia de Dios y entonces sintiendo esa presencia fluir fuera de ti y entrar en alguien más, satisfaciendo su necesidad. Pablo les dijo a los Efesios que la Iglesia es Su cuerpo, de Su carne y de Sus huesos (Ef. 5:29-30). Dios nos llena con El Mismo de esta forma nos convertimos en canales de bendición al mundo entero. Cuando tú ores, busca a Dios y Su sabiduría. Búscalo para que Su luz y gloria sean reveladas en ti. Hambriento y sediento de Su presencia, para que de esta manera experimentes Su poder de resurrección avivándose en ti, capacitándote para hacer los trabajos de Dios.

Que alegría es cuando tú empiezas a entender que todo lo de Dios que tú estás buscando esta dentro de ti, simplemente esperando para ser revelado. Entonces se cumplen aquellas palabras del antiguo testamento, "Levántate y brilla ¸ porque tu luz esta viniendo, y la gloria del Señor se ha elevado sobre ti" (Is 60:1)

En un día quieto cuando yo estaba sentado, El Señor me hablo esto : "Yo nunca no le estoy reteniendo nada a nadie. Siempre estoy derramando Mi vida, amor, sanidad y bendiciones. Soy tu vida, tu sanidad, bendición o lo que tú necesites. Cuando eres libre de algo o sanado, no es porque yo haya cambiado repentinamente hacia ti y decida bendecirte. La razón es porque te has vuelto a Mí, o te has abierto y venido a Mi luz. Es lo que me ha permitido a Mi Vida fluir fuera de los más profundo de tu ser para satisfacer tu necesidad. Todo lo que tú necesitas está en Mi Espíritu habitando dentro de ti; No necesitas alcanzarme en una manera exterior, sino vuélvete adentro y contacta Mi espíritu dentro de ti; Entonces yo fluiré de tu interior para satisfacer tu necesidad. Aquel que crea en Mí, fuera de tu ser interior fluirá agua viva que traerá sanidad y liberación adonde quiera que fluya. No hay nada en este universo que pueda impedirte excepto tu creencia en otro poder para hacer eso. Soy Dios, y además de Mí no hay otro Dios que pueda impedirte, ningún otro poder que pueda operar en ti. Estoy constantemente llenando todo en todo lugar Conmigo. Ábrete al fluir de Mi Espíritu dentro de ti, Y fluiré dentro de tu mente y la renovaré dentro de Mi mente. Fluiré dentro de tu voluntad y la someteré, la haré en conjunto flexible para hacer Mi Voluntad. Fluiré dentro de tus emociones, de esta manera Mi Amor fluirá desde ti. Detente en creer que el poder del mal te pueda detener a ti. Yo no le retengo a unos y le doy a otros. Yo estoy tan disponible, tan rico, tan libre—tanto como el aire que respiras. Ven a Mí y te haré descansar. Vivo y me muevo y tengo mi existir dentro de ti"

Mucha gente está hambrienta para ver a Dios hoy. La Palabra nos enseña que somos la expresión visible del Dios invisible. Usted y yo podemos ser solamente la expresión de Dios que vea la gente. Necesitamos buscar a Dios hasta que podamos decir con el Apóstol Pablo, "Ya no vivo yo, sino Cristo que vive dentro de mí, y la vida que yo vivo en la carne la vivo por la fe del hijo de Dios" (Gá 2:20). Dios es un Espíritu, y por la consagración de nuestros cuerpos a Él, Él está ubicado dentro de nosotros y puede fluir al mundo.

Muchos, hoy buscan ver a Jesús en su forma física. Sin embargo, Si tú deseas ver a Jesús sin entrar en el entendimiento de que tú también eres un hijo de Dios, entonces verlo pudiera no ser de mucha ayuda en una forma práctica. Romanos 8:29 dice que Jesús fue el primogénito entre muchos hermanos.

Vamos a ver otra vez a Efesios 4:17-18 "Esto, pues, es lo que les digo y les encargo en el nombre del Señor: que ya no vivan más como los paganos, los cuales viven de acuerdo con sus inútiles pensamientos y tienen oscurecido el entendimiento. Ellos no gozan de la vida que viene de Dios, porque son ignorantes a causa de lo insensible de su corazón"

Aquí, es donde la mayoría de la Iglesia se ha mantenido por dos mil años. El gran error que hemos cometido es estar satisfechos con una buena enseñanza solamente. Yo sé que Dios esta en mí; yo sé que Cristo vive en mi; sé que soy la expresión visible de un Dios invisible. Debido a que conocemos estas cosas, la mayor parte del tiempo hemos aceptado sin estar satisfechos con ese conocimiento y sin tener la experiencia de ello haciéndola real en nuestras vidas. Debemos entrar en la experiencia de ser la expresión visible del Dios invisible. Fallamos en buscar estas cosas dado los conceptos equivocados que hemos recibido. Se me enseño cuando era un cristiano joven que no debía buscar la experiencia, que debía solo aceptar todo sin ir acompañado de sentimientos. Ahora, me doy cuenta que los sentimientos naturales pueden meternos en problemas, pero no llegar a sentir y experimentar las cosas espirituales significa que no tienes una verdadera fe. La fe producirá los sentimientos. Si nosotros conocemos algo intelectualmente, sin la experiencia, no nos hará mucho. La Palabra de Dios nos habla de muchas cosas maravillosas que pertenecen a quien ha recibido a Dios. Pero, si nunca las experimentamos, entonces ¿Qué tan buenas son? Pablo dice que estamos sentados con Cristo en lugares celestiales (Ef. 2:6). Deberíamos tener hambre de Dios hasta que caminemos en la realidad de esto, y no pensemos que la tenemos simplemente porque sabemos de ella.

Nuestro conocimiento de La Palabra debe volverse una experiencia. No hay nada de malo con el conocimiento. Saber que Jesús vive en nosotros es maravilloso. Saber que somos llenos con Su Espíritu es también maravilloso. El problema viene cuando solo aceptamos el conocimiento en vez de buscar a Dios en la realidad. El Apóstol Pablo dijo a los Corintios, "El conocimiento envanece, pero el amor edifica" (1 Co 8:1). El conocimiento en sí mismo puede ser satisfactorio. Muchos Cristianos hoy están muy satisfechos con su conocimiento de Dios. Algunos tienen un gran conocimiento de la Palabra, y se han convertido en maestros sin la experiencia. William Law dijo hace muchos años atrás, en su libro "El Poder del Espíritu", que somos tontos sí pensamos que podemos ir a la Escuela Dominical y aprender como quitarnos Adán y vestirnos de Cristo. Tú no puedes conocer en realidad lo que tú no has experimentado. Muchos hoy han sido elevados en la Iglesia y conocen todo sobre Cristo como el Salvador del mundo, pero nunca han experimentado su poder de vida-dadora para cambiar sus vidas.

Dije por años que "Jesús vive en mí", aún tengo poca experiencia de ese conocimiento. Fui enseñado en Pentecostés de que si hablaba en lenguas, estaba lleno del Espíritu Santo. Yo acostumbraba a preguntarle a Dios, "Si estoy lleno con el Espíritu Santo, ¿ Por qué soy tan poco santo y hago cosas que son contrarias al Espíritu Santo? El sistema religioso cristiano está tan lleno de confusión. Esta es la razón por la que en Apocalipsis la llama "Misteriosa, Babilonia la grande, la madre de las rameras" (Ap 17:5). Babilonia significa confusión. No hay esperanza para ese sistema religioso. La única cosa que podemos hacer es desecharla. Esto es lo que Apocalipsis dice, "Salgan de ella, mi gente" (Ap. 18:4). No puede ser arreglada.

Pablo dice que estamos "alienados de la vida de Dios a través de la ignorancia" (Ef. 4:18). Ignorancia no significa estupidez. Ignorancia simplemente significa que tú no conoces. Yo fui un cristiano por muchos años en ignorancia. Yo no sabía que podría experimentar al Espíritu de Dios viviente en mí para traerme a la realidad de lo que conocía. Puedes tener una gran cantidad de conocimiento bíblico y todavía ser ignorante. Hemos sido también enseñados con una gran cantidad de ignorancia en el cristianismo. Nos han enseñado el fracaso y la derrota. Nos han enseñado cuán poderoso el diablo es y como puede él derrotarnos. No nos han enseñado que es posible en esta vida caminar como Jesús caminó. La Palabra claramente revela que no solo es posible, sino que Dios espera de nosotros que mezclemos la fe con Su Palabra y la hagamos real en nuestras vidas. La Palabra dice, "Aquel que habita en él debe caminar incluso como Él caminó" (1 Juan 2:6) Si no estamos caminando como Jesús caminó, entonces debemos buscarlo a Él hasta que Su Espíritu se levante en nosotros. "Estando alienados de la vida de Dios a través de la ignorancia que está en ellos, a causa de la ceguera de sus corazones" (Ef. 4:18). Estos versículos están hablándonos a nosotros, ¡La gente actual de Dios! Hemos tenido nuestro entendimiento oscurecido a la vida abundante que Dios ha hecho disponible para nosotros a través de Jesús. Jesús no fue a la cruz solo para que tú pudieras morir e ir al cielo. Él murió para que tú "pudieras tener vida y mucho más abundante" (Juan 10:10). La Vida de Dios yace dormida dentro de nosotros. Cuando esa Vida comience a funcionar, comenzaremos a cambiar. No tratamos de cambiar. Es un proceso natural de Su Vida avivándose dentro de nosotros. El apóstol Pablo dijo que deberíamos estar constantemente transformándonos de un grado de gloria en otro. (2 Co 3:18).

El libro de Génesis, capítulo dos, nos habla sobre un río fluyendo en tres direcciones y convirtiéndose en cuatro cabezas. El nombre del primero es Pisón, el cual significa "fluyendo libremente". El segundo es Gihón, que significa "rebosando". El tercero es el Tigris, la cual significa "rápido". El cuarto es el Éufrates, el cual significa "aquel que hace fructífero". En esa tierra de ríos fluyendo hay también piedras preciosas. Las Piedras Preciosas son piedras transformadas. En el libro de Apocalipsis, otra vez vemos un río fluyendo y piedras preciosas. Esta fotografía nos muestra que la voluntad de Dios es producir piedras preciosas para Su construcción, la cual se ve completada en Apocalipsis. Entre Génesis y Apocalipsis hay un largo proceso para producir la Ciudad de Dios.

La clave para un entendimiento espiritual de la Biblia es descubrir que ella es un Libro describiéndote y descubriéndote a tu ser interior. Cuando tú primero recibes a Dios, empiezas a experimentar de las profundidades de tú ser algo que se está moviendo y fluyendo. Este mover y fluir es el Espíritu Santo, representada por el río que fluye en la Palabra. Profundo dentro de tu ser hay algo "fluyendo libremente" algo "rebosante", algo que es rápido, y algo que te hará fructífero. Jesús lo dijo en esta forma: "!Aquel que crea en Mi, desde su ser interior fluirán ríos de agua viva!" (Juan 7:38).

Necesitamos ser retados en nuestro caminar con Dios—no por la condenación, sino para ganar luz y entendimiento apropiado. Necesitamos experimentar lo que decimos que creemos. ¿Dónde está el fluir de la agua viva que digo está dentro de nosotros? Yo acostumbraba a ir a Dios y preguntarle" ¿Dónde está la vida abundante y el agua de vida que Tu dijiste que tendríamos? Yo sabía que estaba allí, porque yo la experimentaba de cuando en cuando. Yo sabía que el problema tenía que ver conmigo, no con Dios. Hubo veces cuando era grandemente lleno con El Espíritu de Dios, pero no duraba. Dios hace esto de manera que lo continuemos buscando a Él por Su plenitud. Yo quería permanecer en ese río, pero no sabía como. Cuanto más tiempo nos dedicamos a buscarlo a Él, más entramos en su fluir. Cuando tú empieces a sentir incluso un poco de su fluir dentro de ti, hay una transformación que ocurre. Cuanto más fluya el río sobre la piedra del hombre natural, mucho más eres tú transformado en una piedra preciosa. Una gran cantidad de cristianos han tratado de morir a la carne y ser obedientes al Espíritu, pero es imposible para la vida natural, carnal ser como Dios. Si tú aprendieras a dirigirte al Espíritu dentro de ti, y comenzarás a experimentar la presencia de Dios dentro de ti, el río de Su Espíritu comenzará a fluir, y el río te transformará a ti. Es imposible entrar en la presencia de Dios y no tener algo de Su esencia fluyendo dentro de tu alma.

El libro de Apocalipsis nos revela que La Nueva Jerusalén, la Ciudad de Dios, es hecha de oro, plata y piedras preciosas. El oro representa la naturaleza divina de Dios, la plata representa la redención. Las piedras preciosas son hechas solo por la transformación.

La religión nos ha enseñado que la Nueva Jerusalén es una ciudad dorada, y esta allá arriba en un lugar llamado cielo. Tiene calles doradas, puertas de perlas, y un río fluyendo fuera del trono con un Árbol de Vida en ambos lados y en el medio. Algún día esta ciudad se supone que bajará del cielo, y nos iremos a ella y viviremos felices por siempre. Me gustaría que fuese tan simple.

Debemos comenzar a orar por la gente de Dios para que tenga un entendimiento espiritual de Su palabra. El libro entero de Apocalipsis nos revela a nosotros nuestra propia vida interior. Debemos darnos cuenta que puedes empezar a experimentar esta Ciudad de Dios ahora. No tienes que esperar hasta que mueras para entrar en La Nueva Jerusalén. ¡HOY! En este mismo instante—tú puedes experimentar el fluir del Espíritu de Dios dentro de ti. Este fluir te transformará en una piedra preciosa, para ser edificada con los santos en tu lugar, hasta que te conviertas en una expresión local de la Ciudad de Dios. Este es el Plan de Dios para Su Iglesia. Debemos ser una expresión visible del Dios invisible.

"De esta manera, Dios hará de ustedes, como de piedras vivas, un templo espiritual, un sacerdocio santo, que por medio de Jesucristo ofrezca sacrificios espirituales, agradables a Dios." (1 Pedro 2:5)

"Por eso, todos nosotros, ya sin el velo que nos cubría la cara, somos como un espejo que refleja la gloria del Señor y vamos transformándonos en su imagen misma, porque cada vez tenemos más de su gloria, y esto por la acción del Señor , que es el Espíritu" (2 Co 3:18)

"Y si el espíritu de aquel que resucitó a Jesús vive en ustedes, el mismo que resucitó a Cristo dará nueva vida a sus cuerpos mortales por medio del Espíritu de Dios que vive en ustedes. Así pues hermanos, tenemos una obligación pero no es la de vivir conforme a los deseos el hombre pecador. Porque si ustedes viven conformes a tales deseos, morirán; pero si por medio del Espíritu hacen ustedes morir esos deseos, vivirán."(Ro 8:11-13)

Nunca olvidaré el momento cuando el Espíritu de Dios comenzó a hablarme sobre los versos anteriores. Ahí es cuando comencé a cambiar. Los conocía y creía, comencé a buscar a Dios por el fluir del río para transformarme. La entrada de La Palabra trae luz. En nuestro estado natural estamos en oscuridad, de hecho somos la oscuridad. Dios dice, "Yo formó la luz y creo las tinieblas" (Is 45:7) y "la gente que se sentó en la oscuridad vio una gran luz" (Mt 4:16). Si tú estás en oscuridad, ¿Cómo puedes ver? Tu no atas a la oscuridad, tu simplemente te transformas en luz.

El libro de Apocalipsis dice que la Nueva Jerusalén tiene calles de oro. El oro tipifica la divinidad, las calles representan el caminar. Aquellos que están experimentando la Nueva Jerusalén están caminando en la naturaleza y el carácter divino de Dios. En la Nueva Jerusalén hay un río que fluye del trono. ¿Dónde esta el Trono de Dios hoy? Dentro de ti. Pablo les dijo a los efesios que " Él nos resucitó juntamente con Cristo, y nos hizo sentarnos en lugares celestiales en Cristo Jesús" (Ef 2:6). Hay una dimensión, una conciencia en Dios, donde podemos experimentar estas cosas. Muchos hablan hoy sobre la autoridad del creyente, pero esa autoridad viene únicamente del trono. Si el Espíritu de Dios no tiene autoridad en tu vida, entonces tú no puedes ejercer la autoridad de Dios. Si tú estás bajo la autoridad del Espíritu, entonces tu tendrás autoridad.

En El Antiguo Testamento, cuando Israel estaba a punto de cruzar el Jordán, se les dijo en Josué 3:3 " Y dieron esta orden a los israelitas: En cuanto vean ustedes que el cofre del Señor pasa, llevado por los sacerdotes levitas, salgan de donde estén y síganlo".

Cuando tú ves que el arca comienza a moverse, ahí es cuando tú cruzas el Jordán. Cuando tú experimentas dentro de tu conciencia al Espíritu de Dios comenzando a levantarse y cuando comienzas a experimentar las tablas de piedra (los diez mandamientos) convertirse en la ley de vida gobernando dentro de ti, es entonces cuando empiezas a cruzar el Jordán. Los Diez Mandamientos nunca supusieron ser un conjunto de reglas y regulaciones que tú debías de guardar en una forma externa con una humanidad caída. Cuando tú experimentas el poder de la resurrección y el Espíritu de Dios avivándose dentro de ti, naturalmente expresarás lo que fue escrito en aquellas tablas de piedra. Es sin esfuerzo. No tratando de ser más ese buen cristiano, sino desde lo más interno de tu ser, fluyendo con el Espíritu de Dios para cumplir todos los requerimientos justos de la Ley. No trates por la fuerza de ser santo. Todo lo que necesitas es un resplandor del Arca, solo un poco de sabor de Jesús en ti, y de repente comenzarás a vivir esa vida que pensaste que tendrías que morir para recibirla. Acostumbrábamos a pensar que la muerte resolvía todos nuestros problemas, pero no es así. La esperanza del Evangelio no consiste en simplemente ser salvo y entonces algún día morir e ir al cielo. La esperanza del evangelio es "Cristo Jesús en ti, la esperanza de gloria" (Col. 1:27).

Otra parte de la oscuridad (ignorancia) en estos días es tener una conciencia-del demonio. Una de las categorías más vendidas entre los libros cristianos hoy son los referidos a Los Cultos. Los cristianos hoy están leyendo cientos de libros sobre Satanismo, con todos los detalles sangrientos sobre lo que Satán puede hacerte. La lectura de todos estos libros está provocando tal conciencia (presencia) de Satán y las actividades demoníacas que realmente están ayudando a esta actividad. (A propósito, una de las categorías menos vendida entre los libros cristianos es la oración). Los cristianos están gastando millones de dólares para aprender sobre brujería, demonios, y como enfrentarlos. Ellos piensan que necesitan aprender sobre estas cosas y así de esta manera no serán entrampados por Satanás, no obstante en sí mismos si pueden ser entrampados. Cuando los cristianos están tan ansiosos por aprender sobre demonios y actividad satánica, indica que ellos están viviendo bajo el miedo. Ellos creen que tienen que aprender sobre como pelear contra Satanás. ¿Realmente tú crees que aprendiendo sobre todos estos detalles de lo que Satanás puede hacerte a ti ayudará a envestirte para pelear con las huestes de la oscuridad? No lo hará. Sin embargo, si aprendes a vivir en la presencia de Dios, donde puedes decir, "No soy yo quien vive más, sino Cristo quien vive en mi" (Ga 2:20), Satanás no tendrá poder sobre ti. Si Satanás viene a mí y el Espíritu de Dios se levanta dentro de mí , ¿Qué puede él hacerme? Puedo estudiar todo lo concerniente a demonios y como lidiar con ellos. Puedo estudiar Liberación, ¿Pero realmente me va ayudar a pelear contra las tinieblas? Hay una sola área de verdadera liberación que tendrá efecto duradero. Es esta " ¡Permite que Dios se eleve y sus enemigos serán esparcidos!" (Salmo 68:1). Si la Vida de Dios nunca se levanta dentro de tu ser, tus enemigos nunca serán esparcidos, no importa cuanto estudies y aprendas.

La Palabra dice que hemos sido liberados por el poder de la oscuridad y transferidos al Reino de Dios. Escucha. Si hemos sido verdaderamente arrancados del poder de las tinieblas y colocados en el Reino de Dios como la Palabra lo dice, entonces necesitamos experimentarlo. La Palabra de Dios no es una teoría. Sino un hecho. Si tú has sido sacado del poder de las tinieblas y transferido al reino de Dios, entonces Satanás no tiene poder sobre ti. Tu puedes decir, "Pero mira a las multitudes de Cristianos que oran todos los días, también el enemigo esta destrozando sus finanzas, y ellos están siendo devorados con la enfermedad y las dolencias. ¿Cómo puede usted decir que el enemigo no tiene poder sobre ellos? Es a causa de la oscuridad. De nuevo, debo repetir: "Esto, pues, es lo que les digo y les encargo en el nombre del Señor: que ya no vivan más como los paganos, los cuales viven de acuerdo con sus inútiles pensamientos y tienen oscurecido el entendimiento. Ellos no gozan de la vida que viene de Dios, porque son ignorantes a causa de lo insensible de su corazón" (Ef4:17-18).

La mayoría de los cristianos creen más en el poder del demonio que en el poder de Dios. Confesando y creyendo que el poder del mal prevalecerá sobre ti, tú le das el poder de hacer eso. Cualquier cosa en que tú creas trabajará para ti. Tú crees en tu corazón que el diablo tiene poder sobre ti, entonces lo confiesas con tu boca, y se convierte en tuya por experiencia, puede ser muy difícil creer a Dios cuando tu experiencia es totalmente diferente. Sin embargo, si tú retiras tu mirada de las experiencias equivocadas y comienzas a creer en Dios, tu experiencia se alineará con la Palabra. Puedes pasarte la vida peleando con el demonio (como yo hice por muchos años), algunas veces ganando y algunas perdiendo, pero nunca dándome cuenta que en realidad él no tiene ningún poder sobre mí.

l Apóstol Pablo conocía el poder de la mente humana, y el poder de las creencias y las sugestiones humanas. Esta es la razón por la que él nos aconsejó que no camináramos como caminan los gentiles, en la vanidad de su pensamiento. La mente carnal es lo que nos mantiene en esclavitud a la carne. Pensamos "¿Cómo puedo posiblemente caminar libre de Satanás y en el poder de Dios? Sabemos que la Palabra dice que hemos sido liberados del pecado, enfermedad y muerte, pero está no es nuestra experiencia. Yo tengo enfermedad en mi cuerpo y lo sé por un hecho. Algunos dicen que el pecado y la enfermedad no son reales, pero eso no hace que desaparezcan. Nuestro problema es la oscuridad, la ceguera y la ignorancia. El problema está en no conocer lo que hemos heredado en Cristo. Es la ceguera de no ver quien es Él en mí. No soy yo más: " He sido crucificado con Cristo, sin embargo vivo, no por mí, sino por Cristo que vive en mi" (Ga 2:20). Si yo a través del Espíritu, pongo a morir la vida del yo natural, ya no estoy yo más viviendo, y la vida de Cristo está surgiendo en mi cuerpo. Comienzo a darme cuenta del poder de resurrección de la Vida Energizante de Jesús en mi cuerpo mortal.

Tenemos la Vida de Dios en nosotros. Si tú has experimentado esa Vida, nadie te la puede quitar. Simplemente cuando tú has experimentado Su Vida en ti, tú puedes experimentar todo lo que Él es por esa Vida creciendo en ti. Estamos separados de esa vida debido al entendimiento oscurecido y la ignorancia. Pablo le dijo a los Corintios, "pues como ellos no creen, el dios de este mundo los ha hecho ciegos de entendimiento, para que no vean brillante luz del evangelio del Cristo glorioso, imagen viva de Dios." (2 Co 4:4). Debemos darnos cuenta que esto también aplica a los cristianos. El dios de este mundo es el espíritu de este siglo en donde vivimos. Son todas las creencias humanas que son contrarias a la Palabra de Dios. Pablo dijo en 2 Corintios 10:4-5, "Las armas que usamos no son las del mundo, sino que son poder de Dios capaz de destruir fortalezas. Y así destruimos las acusaciones, y toda altanería que pretenda impedir que se conozca a Dios. Todo pensamiento humano lo sometemos a Cristo, para que le obedezca a él ". Debemos renovar nuestras mentes para conformarnos a la Palabra de Dios. Si nuestra experiencia no se alinea con La Palabra, entonces nuestra experiencia está equivocada, no La Palabra. Debemos pasar tiempo buscando a Dios así de esta manera Su luz puede iluminar nuestra oscuridad.

Salir de la oscuridad es una experiencia gradual. Después de que la noche ha terminado, el día gradualmente amanece. La Iglesia ha estado en oscuridad por 2.000 años, pero el día está comenzando a amanecer. Tú verás pronto gente en la tierra que caminarán en la realidad de Cristo. Si te abres a la verdad de estas palabras de su presencia habitante, tú comenzarás a salir de la oscuridad. Si tú no estás consciente de Dios viviendo Su Vida en ti, entonces para ti no es real. Tú solamente tienes un dios de libro de cuentos. Tú no puedes caminar en el Espíritu como una teoría, o solo como una buena enseñanza. Si tú empiezas a caminar en el Espíritu, tú empezarás a ver tus enemigos caer a tus pies.

Pablo también dijo que tú necesitabas ser renovado en el espíritu de tu mente. El espíritu de tu mente es una conciencia renovada. El intelecto humano nunca conocerá el poder de dios. El debe hacerse vivo en tu conciencia.

"Sometió todas las cosas bajo los pies de Cristo y a Cristo mismo lo dio a la iglesia como cabeza de todo. Pues la iglesia es el Cuerpo de Cristo, la plenitud misma de Cristo; y Cristo es la plenitud de todas las cosas" (Ef.1:22-23) Hay suficiente revelación y poder en estas solas palabras que, si tú las crees, te sacaran de la oscuridad. Yo comencé unos pocos años atrás a APRENDER EL PODER EN LA PALABRA HABLADA. Yo aprendí que lo que yo creía en el nuevo corazón que Dios me había dado a mí estaba más allá de las capacidades de razonamiento de mi mente natural. Tuve que aprender a seguir y escuchar al Espíritu de Dios dentro de mí, en vez de escuchar a mi mente natural. Comencé a tener un encuentro experimental con Dios en mi ser. Esto es todavía una experiencia limitada, pero está creciendo. Hay una dimensión en Dios donde no hay pecado, ni enfermedad, ni dolencia ni muerte. La Iglesia no está aún plenamente allí, pero estamos comenzando a entrar en ello.

El apóstol Pablo dijo, "vístanse del nuevo hombre" (Ef. 4:24). ¿Qué significa eso? Estamos sentados con Cristo en lugares celestiales (Ef. 2:6) ¿Qué significa esto? Hemos sido bendecidos con toda bendición en lugares celestiales (Ef. 1:3) ¿Qué significa esto? Estas declaraciones nos son dadas como hechos, como realidades presentes, no como algo a esperar para algún día. Hay una dimensión en Dios donde podemos experimentar estas cosas. Es un conocimiento consciente de ser lo que La Palabra declara. Empezamos a experimentar estas cosas cuando tenemos un nacimiento espiritual y empezamos a crecer en el Espíritu. La palabra dice, "Más lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual. El primer hombre es de la tierra, terrenal el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales. Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial." (1 Co 15:46-49). En esto es lo que La Iglesia esta entrando actualmente. Tenemos que soportar la imagen de lo celestial. ¡Solo piensa en ello! Un grupo de gente en la tierra quien está manifestando el carácter celestial de Jesús. Pablo le dijo a los corintios, "Aquel que este unido al Señor es un espíritu" (1 Co 6:17). En tú espíritu está el Espíritu Santo. Estos espíritus no son dos espíritus, sino UN ESPIRITU. Pablo le dijo a los Efesios, "Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán un sola carne." (Ef. 5:31). Tú eres hueso de Sus huesos y carne de Su carne. Cuando somos transformados y empezamos a vivir en nuestro espíritu, donde el Espíritu de Dios habita, nos convertimos en la expresión visible del Dios invisible. ¡Que misterio divino!